Un lobo mojado en la Irati Xtrem

La Iratí Xtreme vista por Vidal.

Al ver como llueve hoy día 16 de junio he empezado a escribir mi crónica de la III Irati Xtreme. Fueron 6.08 horas bajo la lluvia, salvo varios momentos subiendo Larrau. Como una vez dijo una compañera mía de trabajo “se me mojo hasta el alma”.

Cuando me levanté a las 4.40 h. comprobé que estaba lloviendo un poco, pero el suelo estaba brillante. Quedamos a las 5.30 h. en el Soto Galo y salimos los 6 para allí con buen animo. En Estella no llovía eso nos daba esperanzas, pero al llegar a Lumbier llovía bastante. Yo iba con dos que comentaban que así no saldrían, yo no decía nada sobre salir o no salir. Tengo claro que la aventura es la aventura. Inconsciencia????, seguro, pero… Delante iba Fiti con otros dos, a uno de ellos le dicen “el rana”, pero debe ser de rana de secano, jajajaj.

Llegamos a Ochagavía rápido y bien, allí cogimos dorsales, tomamos un café y nos vestimos de luces. En esto, dos ya no se vistieron viendo el “astro” que se dicen en Alesanco. Ya se acercaba la hora de salida (9 h.) y dos ya vestidos decidieron no salir. Fiti (Joaquín y yo marchamos hacia la salida). No puedo calcular los que salimos pero la estadística parece una ciencia exacta, nosotros éramos 6 y salimos 2, hablando con unos chicos de Lerín en la salida lo mismo (2 de 7), o sea 400 de 1200.

Salí con el Fiti, y estuvimos juntos hasta la bajada anterior a Artaburo, donde él se me fue y su grupo se paso el cruce de este espectacular puerto por fallo de la organización. Ya no nos vimos hasta la llegada.

La prueba es una maravilla desde cualquier puntos de vista:

Paisaje, recuerdo especialmente un mirador al empezar a bajar Organbide, en la frontera con Francia, el paisaje en el alto de Artaburu es de alta montaña (un poco desolado), pero ves un letrero que dice “Sant Mari Pie de Port” y sientes que estás en el escenario de parte de la leyenda ciclista. Tras bajar Artaburo (esta vez fácil al estar capado) llegas a las zonas de Lepoa y de L´iraty (o algo así en francés) que es la parte más bonita.

Bajadas: en varios descensos y eso que este año quitaron unos kms. de subida en Artaburu para evitar una bajada ya peligrosa en seco. La bajada de Organbide es peligrosa y también la bajada de Iratí.

Dureza: De los 9 puertos puntuables, salvo El Muro (subes 74 m. en 500 m), Artaburo y Larrau (de los sobra cualquier comentario), el resto son puertos muy cómodos con buen asfalto (Jaurrieta, Erremendia, Abaurreagaina, Azpegi, Lepoa e Iratí).

Yo fui dosificando lo mejor que pude mi esfuerzo y lleve unos desarrollos propios de bici de montaña (32 y 28), por lo que llegué a la crono (Larrau pueblo) en buenas condiciones. En Artaburo subí alternando el 28 y el 32 desde el principio, las rampas son tan duras que no puedes levantarte de la bici todo lo que te gustaría, por el riesgo de perder tracción, amén de que este año el asfalto estaba mojado todo el rato.

En la bajada de Iratí tuve verdaderos problemas, por “miseria”, ya que estiramos los materiales y claro. Me explico, lleve las zapatas de freno bastante desgastadas y con el agua aún se desgastan más. A todo esto hay que añadir que de tanto tirar de freno las manos y dedos pierden seguridad. Por este motivo y porque además ya estaba frenando en la rueda de atrás con el aluminio del porta-zapatas, me quede en el Alto de Larrau donde estaban dos de los compañeros que no salieron a los que estaré eternamente agradecido de su impagable “asistencia”.

Pero antes de llegar a la cima, comentar que la crono la inicié con buenas sensaciones, y en 50 minutos estaba en Erroimendi, donde hay unos falsos llanos (3 kms.) antes de iniciar los últimos 2 de Larrau (de solo el 10,5 de media). En ese punto desfallecí, veia delante de mi un “frontón” y se me hizo realmente duro, esos últimos 5 kms. me costó hacerlos 23 minutos. En el año 1997 hice la Isaba y no recordaba que era tan duro este final. Se nota que éramos más jóvenes.
Sobre la média realizada decir que para hacer 120 kms (al no contar los 13 de bajada final a Ochagavía) invertí 6.08 h.

Al ratito de llegar a Ochagabía llego “el Fiti” contento de la excursión y en mi opinión más entero que yo. Creo que sufrió menos que yo en las bajadas aunque tambien llevaba las pastillas de freno bajo mínimos. Quizás sea que bajando sea mejor que yo. Los que somos “ciclistas” tardíos creo que no destacamos por nuestra agilidad bajando.

En resumen que os animo a conocer esta marcha y esta zona. La prueba aunque dura no lo es tanto, siempre que utilices unos desarrollos muy cómodos y tengas cabeza para dosificar el esfuerzo (bueno esto es común denominador para el ciclismo).

Además personalmente tenía en la cabeza mientras hice la Iratí a nuestro “amigo” Oscar, que había sido operado el día anterior y va a perderse la QH. Sin embargo olvidará las molestias que arrastra desde hace varios años y en un mes volverá con más ganas. Parece que por fin los médicos han encontrado la avería.

vidal
Pd: salud a todos y … suerte en la inminente QH.