Llegó mi esperada QH, este año que la realizaba por segunda vez tenía dos motivaciones muy grandes, una el reto de hacerla sola y la dedicación de la prueba a mi Padre (convaleciente de una operación).
A las 7 de la mañana me despedí de mis compañeros y me coloqué en la fila, con una ilusión tremenda por salir. Mi traje blanco inmaculado de “Los Lobos” y inmaculado también el deseo de que yo llegaba a Meta, un deseo que fue afianzándose conforme pasaban las largas penurias que quién iba a imaginar…llegarían a ser muchas.
En la salida muy pendiente de tantas ruedas rodeándome y buscando una que me diera confianza, con un pedaleo hecho a mi medida y me preservara bien del aire. Pues fui tanteando unas y otras, hasta que al final encontré un chico alto, con buena planta, fino y que mantenía muy bien el ritmo. Así que de allí no me moví durante unos cuantos kilómetros. Me acerqué para saludarle, nos presentamos y le dije que seguiría su rueda mientras fuera cómoda. Pero me encontraba tan bien que decidí pasarle y le dije – Me voy yo sola Mikel, que me encuentro muy bien. Así que nos despedimos. Nuestra historia interminable comenzó en ese momento, desconociendo los dos el devenir de los acontecimientos, que serían muchos e intensos. Al llegar a Canfranc el tiempo ya se adivinaba lluvioso, húmedo y al mirar al horizonte el transcurso del después anunciaba ya inestabilidad. Al margen izquierdo multitud de ciclistas ya abandonaban, mi pensamiento fue firme “ YO llego a meta”. Me quité los manguitos para ponérmelos después en la bajada, la sensación térmica de momento era buena, no llevaba chubasquero, pero con el chaleco iba resguardada. Subí Somport lloviendo y allí me encontré con unos cuantos conocidos, alegría también cuando me reconocieron otros del Soplao. Seguía pensando que la aventura merecía la pena. La bajada ya comenzó a indicarme que el frío acumulado me pasaba factura, temblaba constantemente y mis manos estaban entumecidas. Pero qué alegría cuando Mikel volvió a aparecer y me llamó. Ese fue uno de los trayectos más bonitos… cuando colocados en paralelo nos mirábamos y nos reíamos de la situación. Yo temblaba , mis zapatillas pesaban mucho, él no llevaba ni manguitos, la carne de gallina le acompañó durante todo el trayecto, sufrí mucho viéndole pasar tanto frío - ¡ Pobre chico!, pensaba.
Al llegar a Escot la lluvia seguía siendo persistente, él y yo deseábamos como locos subir la Marie-Blanque, nunca en tantos años de ciclismo he deseado subir un puerto y cuanto más largo mejor, pensaba.
Dos autobuses estaban recogiendo gente, nos miramos, nos reímos y nos dijimos: - Hasta el final.
Antes de llegar a la subida Mikel sacó unos bombones del bolsillo y me dio dos, no podía ni quitar el envoltorio pero ese sabor del chocolate me reconfortó ( esos detallitos estuvieron muy bien). Comenzamos a subir juntos el puerto, pero al segundo kilómetro yo misma le animé a que siguiera él sólo, caminaba más ágil que yo. Así que desapareció y pensé que ya había llegado la despedida definitiva. La lluvia era constante, allí percibí que mi cuerpo ya se acostumbraba a esas sensaciones y aprendía a vivir con ellas, sospeché que ese sería mi estado permanente, me quedaba la mitad del recorrido aproximadamente. La gente estaba receptiva a hablar, los que allí estábamos no dejábamos de comentar la hazaña de esta QH, todos con un reto más fortalecido. Cierto es que estas inclemencias nos dibujaron más compañerismo y ganas de superación, los ánimos fueron constantes.
Al llegar al avituallamiento un barrizal tremendo, dejé la bici apoyada y cogí algo de comida, cuando ya salía oí mi nombre y qué alegría, allí estaba Mikel. Este chico es interminable, pensé. El destino quiso que fuéramos ese apoyo incondicional que tenía encuentros y desencuentros para avivar más la historia. Descendimos juntos y aunque el silencio nos acompañó durante muchos kilómetros, sólo el hecho de saber que nos unía una misma inquietud era suficiente. De vez en cuando bromeábamos sobre las sensaciones de tembleque que teníamos, recuerdo que me comentó que iba esa semana a la playa y yo le dije: - Cuando estés allí estoy segura que te acordarás de estos momentos gloriosos, el calor te parecerá un regalo.
Deseábamos que Portalet llegara cuanto antes y llegó. Llegó como una bendición, ¡ Qué bien subir 27 kilómetros! ¡Qué bien algo de calor en el cuerpo!. Este año era especial para mí en ese momento, el año pasado lo pasé tan mal en el tramo de la presa que en mi disco duro se quedó grabada esa sensación de piernas destrozadas. Esta vez intuí que sería diferente y me animó mucho reconocerme tan en forma. Comenzamos a subir y otra vez él subía con más ritmo, así que llegó la siguiente despedida, creí que definitiva por la largura del puerto. Nos dijimos-¡ qué te vaya todo bien, suerte!. Fue tan hermosa la sensación de subir con ese sentimiento de que superado esto ya estaba casi todo hecho, en ese momento me acordé de mi padre y pensé en lo feliz que se sentiría al verme subir con tanto ánimo. Llegó la presa y me identifiqué con ella, esta vez no me iba a ver sufrir. Me resultó extraña esa sensación de vacío absoluto de público justo unos kilómetros antes de coronar. Divisé un traje de caisse d´epargne y reconocí a Mikel, al pasar por su lado sendas carcajadas. Otra vez juntos, lo nuestro era interminable.
Allí apareció “ Chango” y sin avisarme sacó la cámara de video y grabó mi coronación del puerto, momento que me gustó mucho; poder conservar esa secuencia para la posteridad¡ Me llenará de buenos recuerdos!.
Al coronar, Mikel y yo ya supimos que el final lo recorreríamos juntos, ya ninguno de los dos deseó separarse, no nos lo dijimos, pero lo sabíamos.
La bajada fue una secuencia preciosa, el sol parecía querer recibirnos y con esa alegría bromeábamos constantemente.
Unos periódicos dentro del malliot nos resguardaron bastante, la idea de bajar nos apetecía poco, pero cuando él me preguntó por el tiempo que nos quedaba, yo calculé que la hazaña nos costaría entre 9 y 9.15h. Aunque he de reconocer que el tiempo se nos olvidó a todos, llegar era ya hacer un buen tiempo, ese era el ORO más brillante este año ( al final reconozco que lo intenté por mi padre).
La Hoz de Jaca nos recibió con una carretera seca y un medio sol que nos daba la bienvenida, allí ya público animando y momentos de felicidad dentro de mí. Mikel desapareció otra vez y tuve la certeza de que estaría siempre cerca. Al pasar por Biescas lo divisé de lejos, iba metida en un grupo y les dije que fueran a buen ritmo pues tenía minutos para el Oro y esa medalla se la quería yo llevar a mi padre, así que el grupito se animó con mi deseo. Mikel apareció justo unos kilómetros antes de la llegada, me estaba esperando, ya no le quedaban bombones; pero la dulzura que puso él con ese detalle fue suficiente y allí llegó mi agradecimiento inmenso. Entraríamos juntos a Meta, nuestra historia interminable tuvo ese final feliz de saber acompañarnos en las alegrías y en las penas.
Allí estaban “Mis chicos” esperándome y me emocionó verlos. Sentí que había merecido la pena, me compensó inmensamente superar todos esos momentos; mi vena ciclista ese día se había reforzado y todavía amaba más este deporte. La entrada a Meta con Mikel a mi lado y ese encuentro con los míos me hizo tan feliz…
Se quedaron sorprendidos de lo limpia que iba, el traje inmaculado fue cogiendo color conforme pasaban los kilómetros, mi cara estaba negra, mi pulsómetro había muerto, pero VIVO estaba mi reto, latente.
Así que llegaron las presentaciones, las fotos para el recuerdo…una historia Interminable continúa, es a Mikel de Mondragón, a quien le dedico esta crónica, para que tenga otro encuentro con reconocimiento incluido por mi parte.
Este es para mí el auténtico ciclismo, el que te da una de cal y otra de arena y allí estás tú para buscarle el sentido de la pedalada. Felicidades a todos los que llegaron, también su ejemplo me ha servido de motivación.
Al llegar a casa y darle la medalla de Oro a mi padre le dije – Lo de menos es esto, lo más grande ha sido lo que dentro de mí se ha quedado, ni dorsal, ni medalla, ni diploma…Sólo sentimiento de FELICIDAD y SUPERACIÓN .
Querido Mikel espero haber sido yo también tan buen” Ángel de la compañía” en esta historia con final feliz.
LOBITA
Emociona leer la entrega, el afán de superación y el compañerismo que llena tu interior y te ha llevado a lograr superar este dura prueba.
ResponderEliminarEres un ejemplo para todos los que te conocemos y queremos.
Alicia.
La cronica era de la QH, o de un capitulo de GAVILANES.......? UN SALUDO
ResponderEliminarLa serie no la sigo, no me interesa. RESPETO que tu estilo sea diferente. Cuando uno escribe quizá llegue o no llegue. Es a lo que se arriesga. Y yo lo ASUMO. Mi sentimiento es mío,Igor.LOBITA.
ResponderEliminarNo te lo tomes a pecho lobita... solo queria dar un tono divertido a esto, que ultimamente no hay cancha y se pone un poco aburrido, por cierto GAVILANES esta muy bien yo la sigo porque luego la tengo que comentar con las mujeres en la tienda, lo que hay que hacer para vender un pollo mas.... jajajajaja un saludo. JABUGUILLO
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCreo que la cronica de Anabel no se acerca a la mayoria de cronicas que he leido, que son unas cuantas, pero es la suya y por lo tanto la respetamos, por lo que parece estas muy hecha al frio y al agua, supongo que Fer Alvarez tenga una cronica bien distinta ya que sufrio una leve hipotermia, o Ciaurri que se lo tuvieron que llevar en ambulancia, a causa de una fuerte hipotermia, espero que os recupereis pronto amigos !!
ResponderEliminarLos de la serie ya se han puesto en contacto conmigo...les voy a escribir un pequeño guión...pero joder¡¡¡ Qué el protagonista seas tú...Se te tiene que dar muy bien conquistar...gavilanas. Anda, Igorcito, qué tremendo eres¡¡¡¡ je je je
ResponderEliminarGracias Oscar por hablar de RESPETO, el blog es un sitio ideal para empezar a ponerlo en práctica.LOBITA.
ResponderEliminarCoincido, Oscar, con nuestra admirada colega LOBITA, en lo del RESPETO. Te pondré un ejemplo de respeto en una crónica que tengo publicada en este mismo blog, donde no estoy de acuerdo ni me gusta el enfoque que se le da a la misma, aunque cite textualmente (eso sí que es respetar de verdad): "QUE EL ESCRITO AL QUE HAGO REFERENCIA HA TENIDO ENCENDIDOS ELOGIOS. LO RESPETO PROFUNDAMENTE. ES CUESTION DE GUSTOS Y SENSIBILIDADES". Escrito está. Eso es respetar. No me gusta y lo respeto. Dejo claro que no sólo respeto la opinión y el enfoque de la citada crónica, sino que ha tenido encendidos elogios de alguien que, afortunadamente, si no esto sería muy aburrido, no piensa como yo. Lo respeto, claro que sí, faltaría más, pero no lo comparto. Y te comento esto, Oscar, como un ejemplo de respeto hacia la diversidad de opiniones. ¿O alguien piensa que el respeto se circunscribe a hacer la ola todos a todo? Tan respetuoso o más es decir, de buenas formas y sin faltar a nadie, que una cosa no te gusta como lo contrario. Me parece a mí... Es más, creo que entre las virtudes de este blog se encuentra la del RESPETO, aunque se exprese un cierto desacuerdo con algo. Y también, asimismo, se debe respetar a quien muestre su disparidad de opinión. Y rebatir, en su caso, con argumentos, que siempre serán respetables, aunque no estemos de acuerdo ni los compartamos. De lo contrario, este blog no sería un instrumento de información y debate sano y alegre, sino un espacio amorfo donde lo que queremos es regalarnos la orejita con lo que nosotros mismos nos contamos o decimos. Un ejemplo: hace unos meses, "Marqués" y el que suscribe mantuvimos una lid dialéctica donde, por disparidad de opiniones, nos dijimos de todo con educación, eso sí. Nadie entendió esa divergencia como una falta de respeto y "Marqués" y yo seguimos siendo tan amigos o más que siempre, porque, además, echamos unas risas, con la excusa de la disparidad. Bueno, Oscar, perdona la "torrada". Fíjate si seré respetuoso que me ha salido unas 20 veces la palabra RESPETO. Chao, tío. Y a ser y ponerte bueno.
ResponderEliminarMe dice Igor que.....¿¿¿Que quereis para la cena del jueves carne o pescado???..................un abrazo amigos nos vemos el jueves !!!!
ResponderEliminarA mí me gusta todo la carne y el pescado. ¡TENGO UN CONFORMAR COJONUDO!je je je
ResponderEliminarLOBITA