En éstas nos presentamos al pie de la subida de Codés 8-10 (ya ni tenía capacidad de contar), y "Lapas", que tenía ganas de guerra, va seleccionando el grupeto hasta quedar sólo Jesulón (cómo sufre y qué huevos le echa el tío), Jorge "Tallagrande" (el coequipier de "Escorpión") y "Riojis"; luego se descolgaría Jesulón y muy arriba "Tallagrande". Quedamos en cabeza "Lapas" y el que suscribe, haciendo todo el trabajo Carlitos, y el otro, el muy cabrón, birlándole la cartera en la cima. Cerquita, cerquita anduvieron "El Gacela", Tomás, "Escorpión", Urra, etc., etc. Todos, eso sí, de uno en uno.
La vuelta fue la leche y donde creo que gozamos mucho. Volvimos a relevos, orquestados totalmente por Jesulón (no le faltó más que el látigo), e hicimos un promedio al final de 32.2 kms./hora.
Lo pasamos muy bien, el día no pudo acompañar mejor, y a esperar la próxima, que es a San Vicente de la Sonsierra.
RIOJIS
Que envidia me dais, es una etapa de las que más me gustan pero supongo que no se puede estar en dos sitios a la vez...
ResponderEliminarMuy buena la crónica Ángel.
Por cierto la media no es propioa de Octubre... jeje estamos locos...
Perico
buena cronica???????? a sido mas corta que el firmante, solole han faltado las fotos del podiun..... pequeño arrogante!!!!!! un saludo a todosmenos a uno. Jabuguillo
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡CABROOOOONNNNNNN!!! Más te valía dejar de traficar con pollos los domingos y venir con nosotros para que conocieses el sabor del polvo (del suelo).........
ResponderEliminarYo a ti tampoco te puedo saludar. Nunca estás en el sitio cuando llego yo.
RIOJIS
Comencé a aullar a la entrada de Aras. No me había pasado antes. Yo solía bajar el ritmo cuando sufría, pero aullar... Coronando el Santuario volví a aullar, pero puse buena cara ante los lobos sonrientes y sedientos para que no se notara. A la vuelta, casi nunca a menos de 50 por hora, notaba cómo se me erizaban los vellos... ¡pero si voy depilado! Algo raro pasaba. En la cuesta de Lazagurría ya fueron aullidos en el desierto: nadie pudo oírme afortunadamente porque me quedé solo. En las largas rectas finales me di a cavilaciones: estos no son los míos, no es mi manada y encima no están las lobas, mi rueda a seguir (con perdón). Aullando alcanzo a un par de rezagados. Llego a casa, me ducho. Frente al espejo veo mis ojos muy abiertos y los pómulos afilados. Y estoy deseando que llegue otra vez el domingo para aullar lo que haga falta. ¿Qué me pasa doctor?
ResponderEliminarTienes un problema de doble personalidad..... Cuando quieras vienes a mi consulta y hablamos los cuatro....
ResponderEliminarEl doctor.
Joder con los anónimos y las dobles personalidades. Es que me pierdo y voy a tener que ir al doctor por falta de riego craneal y ya seremos seis en la consulta... El Dr. sospecho quién es, pero el de los aullidos no lo pillo. ¡¡¡PISTAS, POR FAVOR!!!
ResponderEliminarRIOJIS